En la producción de uva de mesa, la poda se considera un hito clave tanto por la planificación y logística que requiere como por su impacto fisiológico en el rendimiento y calidad de la fruta.

Conocida como el “primer raleo”, esta práctica es la primera estrategia de control de la producción, ya que define el número de yemas que brotarán y determinarán la cantidad de racimos que la planta podrá tener durante la temporada.

Un manejo inadecuado de la poda puede generar desbalances entre la vegetación y la producción, afectando la calidad del fruto. El excesivo follaje reduce la fertilidad y la fructificación, mientras que una carga excesiva de racimos compromete la calidad del producto final, disminuyendo calibres, firmeza y contenido de azúcar.

Además, la poda debe adaptarse a las características del sistema de conducción y al marco de plantación, los cuales han evolucionado hacia configuraciones de mayor densidad de plantas por hectárea.

¿Qué es la poda de fructificación en uva de mesa?

La poda de fructificación es una de las prácticas fundamentales en el cultivo de la uva de mesa. Su correcta aplicación permite regular la carga productiva, mejorar la calidad de la fruta y optimizar el uso de los recursos de la vid. Además, permite fortalecer la estructura de la planta, aumentar la eficiencia en la distribución de nutrientes y reducir la incidencia de enfermedades.

La poda es una práctica esencial en los sistemas productivos frutícolas, incluidas las vides, ya que permite la eliminación de material enfermo, improductivo y regula el equilibrio vegetativo-productivo de la planta.

Su objetivo principal es mantener un régimen productivo sostenible a lo largo de las temporadas, ajustando el vigor, la competencia y el envejecimiento de la vid.

Este artículo aborda los principios fundamentales de la poda de fructificación en uva de mesa, proporcionando recomendaciones para optimizar la producción y garantizar fruta de alta calidad de manera sostenible y los aspectos claves de esta técnica, incluyendo sus objetivos, elementos, sistemas, época, nivel y criterios de poda, así como consideraciones adicionales para maximizar su impacto en la productividad.

Objetivos de la Poda de Fructificación

La poda de fructificación busca alcanzar los siguientes objetivos:

  • Regular la carga productiva de la vid.
  • Mejorar la calidad de los racimos en tamaño, color y sabor.
  • Mantener un equilibrio entre crecimiento vegetativo y productivo.
  • Facilitar la penetración de luz y aireación a través de la vegetación.
  • Asegurar una distribución uniforme de los racimos en la planta.
  • Reducir el estrés fisiológico de la vid y fomentar una mayor longevidad.
  • Controlar el desarrollo de enfermedades y plagas mediante la eliminación de material infectado o poco vigoroso.
  • Mantener el tamaño y la forma de la parra obtenida con la poda de formación, en función del marco de plantación asignado.

Reflexión: una poda bien ejecutada permite optimizar la relación entre la cantidad y la calidad de la producción, asegurando la sostenibilidad del viñedo a largo plazo y previniendo problemas que podrían afectar la rentabilidad del cultivo.

Elementos Fundamentales de la Poda

Podemos distinguir las siguientes partes de la vid:

  • El tronco y los brazos: compuestos de madera vieja (de más de dos años), constituyen el soporte principal de la planta y no están sometidos a renovación periódica.
  • La madera de poda o elementos de poda: madera que queda tras la poda de cada año, que son ramos de un año y van sobre los brazos o el tronco.
  • Pulgares: si la poda es corta, a esta madera se la denomina pulgar (brocada).
  • Varas: si la poda es larga, a esta madera se la denomina vara (cargador o uvero).

Reflexión: la correcta identificación de estos elementos es esencial para aplicar la poda con precisión y lograr un equilibrio entre vegetación y producción. Una poda bien ejecutada evita el agotamiento de la planta y mejora su rendimiento en cada ciclo productivo.

Sistemas de poda en uva de mesa

Los principales sistemas de poda en uva de mesa son:

  • Poda en cordón bilateral: se dejan varas o pulgares en un cordón horizontal.
  • Poda en Guyot: se deja una vara y un pulgar de reemplazo. Este sistema es el más utilizado y se considera un sistema mixto por llevar cargadores (sobre cuatro yemas/cargador) y pitones (dos yemas). El cargador es el elemento que concentra la producción de fruta y el pitón es el elemento de reemplazo del sistema.
  • Poda en espaldera: adaptada para conducción vertical.
  • Poda en parral español: permite una mejor exposición de los racimos.
  • Poda en cabeza: se dejan varios pulgares distribuidos en la cepa.
  • Poda en doble cordón: variación del cordón bilateral con mayor capacidad productiva.

Los sistemas de poda tradicional sobre conducción en parral español presentan el beneficio de poder realizar una mejor distribución de la producción en el espacio y por lo tanto aprovechar mejor el área disponible y tener mayor productividad. Por el contrario, tiene ciertas desventajas, entre ellas: un complejo manejo para entrada de luz, microambiente favorable a enfermedades fúngicas, altura de trabajo, disposición de los racimos, etc.

Otros Sistemas de Poda

  • Poda de tipo lineal como doble T (espina de pescado), escopeta, H desplazada, entre otras, buscan superar este tipo de deficiencias, favoreciendo las condiciones para la obtención de fruta de calidad.
  • La disposición de los elementos productivos provenientes de este tipo de podas permite ubicar los racimos de forma concentrada y con mejor alcance tanto para los trabajadores como para las aplicaciones fitosanitarias y de reguladores de crecimiento.
  • Además, se facilita la intensidad en el manejo del follaje vía manual o mecánica (uso de quemadores), esta acción también genera mayor circulación de aire entre las hileras bajando la presión de enfermedades fungosas.
  • La poda lineal utiliza una combinación de cargadores y pitones, variando en extensión, dependiendo del hábito de fructificación y fertilidad de yemas de la variedad. Los criterios de selección de los elementos productivos son similares a los descritos en los demás sistemas (vigor medio, adecuada lignificación de la madera, sanidad, orientación, etc.).

Época de Poda: ¿Cuándo realizarla?

La poda de fructificación es una poda en seco (en el período de reposo vegetativo), que se realiza en invierno con la parra en reposo, una vez que ha tenido lugar la caída de las hojas y los brotes están bien lignificados (sarmientos), y antes de que se inicie la brotación de las yemas (febrero-marzo).

Para prevenir problemas de enfermedades de madera en vid, menos frecuentes en uva de mesa que en viñedo, es aconsejable evitar la poda en épocas de lluvia y proteger las heridas con algún agente protector, con o sin fungicida o con agentes de control biológico.

Reflexión: la elección de la época de poda depende del clima y de la variedad de uva. Y puede influir en la fecha de brotación, importante en zonas con riesgo de heladas.

Niveles de poda en uva de mesa

Existen varios factores que deben ser considerados al definir la poda invernal.

Por un lado, se debe tener claridad en el potencial productivo y el rendimiento esperado de la planta, dado que este último va a depender de las yemas y cargadores dejados en esta operación.

Por otro lado, se encuentra capacidad de fructificación comúnmente llamada fertilidad, característica que condicionará la longitud de los elementos de poda.

El nivel de poda define la cantidad de yemas que se dejan en la planta.

Tipos de poda según la longitud de los sarmientos

  • Corta: se dejan 2-3 yemas por sarmiento. Se dejan dos a tres yemas por cargador o elementos cortos, denominados pitones. Dentro de las ventajas que ofrece este tipo de poda, está la mejor distribución de los elementos de producción y facilidad en su manejo.
  • Media: se dejan 5-8 yemas por uvero.
  • Larga: más de 8 yemas por uvero. Es típica en Sugraone (Superior). Entre las ventajas que posee este tipo de poda es la obtención de un mayor número de yemas y cargadores, que potencialmente se traduce en más racimos, particularmente cuando la fertilidad es baja.
  • Selectiva: ajustada en función del vigor de la planta y del rendimiento esperado.

Reflexión: el nivel de poda debe ajustarse a la capacidad productiva de la vid, evitando sobrecargas o déficits de producción. Un equilibrio adecuado maximiza la calidad y la uniformidad del fruto.

Consideraciones claves para la planificación de la poda de uva sin pepitas

La planificación de la poda requiere un análisis detallado de la variedad cultivada y de las condiciones agroclimáticas del viñedo. La estrategia de poda debe considerar la intensidad y el tipo de elemento productivo utilizado, como cargador, pitón o su combinación, ajustándose a las características de crecimiento y producción de la vid.

Principales criterios de planificación

  • Conocimiento del potencial de crecimiento y producción de la variedad: cada variedad responde de manera distinta a las condiciones ambientales, lo que influye en la selección del tipo de poda más adecuada.
  • Selección y distribución de los mejores cargadores: permite obtener yemas bien definidas y diferenciadas, que son la base para generar racimos de alta calidad.
  • Disminución de puntos de crecimiento: facilita la correcta distribución de vigor en la planta, asegurando un desarrollo más uniforme y eficiente.
  • Optimización del espaciamiento entre brotes: reduce la densidad del follaje y mejora la entrada de luz dentro de los sistemas de conducción, especialmente en parrón español.

Un adecuado manejo de estos aspectos permitirá entregar las mejores condiciones para el desarrollo y terminación del racimo, favoreciendo la calidad de la cosecha y la productividad del viñedo a largo plazo.

12 recomendaciones técnicas de poda de fructificación de uva de mesa

  1. Identificar los objetivos de la poda antes de iniciarla.
  2. Conocer los elementos estructurales de la vid.
  3. Elegir el sistema de poda adecuado a la variedad y conducción.
  4. Determinar la mejor época según el clima y las condiciones locales.
  5. El personal que ejecute la labor debe tener experiencia en este tipo de actividad
  6. Ajustar el nivel de poda según la productividad deseada.
  7. Aplicar criterios de poda en función del vigor y estado sanitario.
  8. Todo material que posea síntomas de daño por enfermedades debe ser eliminado y sacado fuera del parral.
  9. Sellar los cortes de poda con imprimación protectora.
  10. Mantener un equilibrio entre vegetación y producción.
  11. Usar herramientas afiladas y desinfectadas para evitar enfermedades.
  12. Respetar la arquitectura de la vid para facilitar la cosecha y manejo.

Conclusión poda de fructificación en uva de mesa

La poda de fructificación es un proceso fundamental para lograr fruta de alta calidad y garantizar la sostenibilidad del viñedo a largo plazo.

Aplicando sistemas adecuados de poda, los productores pueden optimizar la rentabilidad y productividad del cultivo de uva de mesa.

La poda no es solo un procedimiento mecánico, sino una práctica esencial que influye directamente en la fisiología de la vid mejorando el equilibrio vegetativo-productivo. Aplicar estos criterios técnicos con precisión garantizará una producción de uva de mesa de alta calidad, año tras año, adaptadas a las exigencias del mercado.

Autor: Ingeniero Agrónomo Jerónimo García Monreal – Chief Product Officer de Moyca